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Un hecho insólito se presentó este domingo en el partido entre el Oporto y el Arouca, en Portugal, donde el réferi, ante una falla en el sistema de videoarbitraje (VAR), tomó una decisión arbitral por teléfono.

Durante el tiempo añadido, a la altura del minuto 91, Miguel Nogueira pitó un penalti a favor del Oporto, que perdía en ese entonces por la mínima diferencia. El equipo del VAR no coincidía con la decisión y llamó al colegiado para que viera las imágenes.

Sin embargo, una interrupción en el suministro eléctrico le impidió a Nogueira analizar en pantalla la jugada y tuvo que comunicarse con los encargados del videoarbitraje por teléfono. Tras varios minutos de conversación, el central finalmente revirtió su fallo inicial, confiando en el criterio de sus colegas.

Poco después, en el minuto 102, el réferi señaló una nueva pena máxima a favor de los blaquiazules, que falló Wenderson Galeano. Finalmente, en un encuentro que se prolongó más de 20 minutos por pérdidas de tiempo, Evanilson impuso el empate 1-1 a los 109.

El Oporto se pronunció con relación al incidente y pidió la anulación del partido, alegando «mala praxis del equipo arbitral». En opinión del equipo, anular un penalti sin haber visto la repetición de las imágenes «constituye una violación de las reglas de juego y un error de derecho, con un impacto potencialmente grave en el resultado del partido».

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