El zopilote rey es considerado una especie en peligro de extinción por las normas mexicanas, sin embargo, la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) lo considera como preocupación menor. Al respecto, el ornitólogo Alan Monroy Ojeda resaltó que esta categoría debe tener un cambio, pues las poblaciones de estas aves “están bajando mucho” a causa de las pérdidas de su hábitat.
En el evento Chiapas Birding and Photo Festival 2024, el ingeniero en Manejo de Recursos Naturales presentó los resultados de una investigación y modelos propios; externó que “su distribución ha disminuido mucho, se ha perdido su área y sus poblaciones están bajando drásticamente”.
Al grado que en las listas de la UICN debería estar reenlistada como casi amenazada y en algunos sitios como vulnerable.
Expuso que esta ave es un carroñero estricto y tiene un papel fundamental en el reciclaje de nutrientes, y para los humanos es fundamental en el control de enfermedades.
“Los carroñeros tienen un papel infravalorado pero es fundamental en el papel ecosistémico, y depende de un ambiente muy bien conservado, por ello su presencia sirve como un indicador de salud de un ecosistema”, declaró.
El también llamado cóndor de la selva es un ave grande, que de la punta del ala puede alcanzar los 2 metros de envergadura, 75 cm de suelo al pico y pesar 5 kilos; bastante grande “en comparación con los zopilotes comunes”.
Tiene una relación con los zopilotes negros, pero el zopilote rey al ser más grande tiene una jerarquía dominante y también ayuda, pues al tener un pico más grande ayuda a desgarrar de mejor forma las pieles de los animales muertos.
“Cuando llega come lo que quiere pero no es una dominancia agresiva o violenta, más bien es una dominancia necesaria, porque el pico del zopilote rey es muy fuerte, y es quien desgarra la piel y los músculos del animal y permite que los otros entren”, dijo.
Y acotó que “esta interacción de carroñeros es para limpiar todos los cadáveres que hay en la selva o en algunos casos, animales domésticos que mueren en las cercanías de áreas silvestres”; y puntualizó que la conservación de esta especie está sustentada en “selvas bien conservadas o de áreas boscosas bien conservadas para existir”.