Spread the love

Loading

En 2019, México reformó su ley general de salud para cambiar las etiquetas de productos procesados con alto contenido en azúcares y grasas saturadas, una acción que, de acuerdo a Erika Judith López Zúñiga, presidenta del Colegio Mexicano de Nutriólogos, fue un primer paso pero faltó complementarla con educación nutricional.

Comentó que la mayoría de los mexicanos no están educados sobre buenos hábitos de alimentación y nutrición, a pesar de que existe un sinfín de información al respecto; aunque también hay que considerar que la decisión de comer saludablemente se basa en la necesidad de saciar el hambre, situación económica y gustos y preferencias.

“Si una persona decide tomar una bebida carbonatada y azucarada, la va tomar, aunque tenga varios sellos de advertencia. La lectura de las etiquetas dice que entre más sellos hay más efectos colaterales a la salud; el problema es que muchos o no los ven o no los colocan todos en la etiqueta frontal”.

Consideró que faltan algunas advertencias en los sellos que se deben colocar en las etiquetas frontales de los productos. Si bien es una buena política, hay que agregar otros datos para que tenga mayor incidencia en la decisión de las personas de consumirlo; sin embargo, en el caso de Chiapas se complica un poco esta situación considerando que existe una importante población analfabeta.

Insistió en que son datos muy generales los que traen las etiquetas, lo que seguramente lleva a muchos a pensar que no es tan malo. Por ejemplo, el sello de exceso de grasas en algunos casos no las clasifica, en cuanto a que algunas grasas trans son más dañinas que otras.

Igualmente el sello de alto en calorías todavía hoy día muchas personas no saben qué son las calorías o cuántas calorías requiere su cuerpo al día para una buena nutrición ni de qué tipo; algunos tienen la idea que son buenas para las personas delgadas y que no pasa nada sin lo consumen en exceso.

Debemos aprovechar que Chiapas es un gran productor de frutas y verduras, que puede resultar más económico consumirlas, pero lamentablemente en muchos comercios casi a diario se puede ver que desechan importantes cantidades porque no se vendieron.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *