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Durante la gestión de la perredista Alfa González el comercio informal en la Alcaldía Tlalpan, trayendo consigo, daños al comercio formal y un grave deterioro del espacio público, así como en la vida de los vecinos.

Miles de estructuras irregulares y puestos ambulantes se han multiplicado en la demarcación, especialmente en zonas como Insurgentes, La Joya, Calzada de Tlalpan y las calles aledañas al centro histórico de Tlalpan.

Vecinos afectados ante tal situación han exigido repetidamente a las autoridades que controlen esta situación, pero sus peticiones han sido ignoradas.

En actos como la Alcaldía Móvil, los colonos de Tlalpan enfrentaron a los funcionarios, expresando su frustración por la falta de acciones que mitiguen o erradiquen el problema.

“Usted no entiende nada”, respondió una vecina molesta al ex director general de Participación Ciudadana y hoy miembro de la campaña de Alfa González, Pablo Lezama, quien intentó justificar la ineficacia de la administración.

El incremento del comercio informal y callejero no sólo ha desestabilizado la economía formal, sino que ha fomentado prácticas de corrupción.

Comerciantes establecidos han denunciado que son víctimas de extorsión constante por parte de funcionarios de la alcaldía, quienes les exigen pagos ilegales para permitirles operar.

De acuerdo con la Unión de Comerciantes de los Pueblos, Barrios y Colonias de Tlalpan, Aurelio Alfredo Reyes García, director General de Asuntos Jurídicos y de Gobierno, es quien encabeza estas prácticas.

Exige entre ocho mil 500 y 35 mil 500 pesos por gestión legal para reabrir negocios clausurados.

Pero eso no es todo, después de pagar estos “moches”, las multas continúan y pueden ascender hasta los 80 mil pesos.

Los comerciantes establecidos, motores de la economía local y generadores de empleo, se sienten abandonados y extorsionados.

“Necesitamos respeto al comercio establecido de Tlalpan”, dijo Alejandra, quien pidió omitir su apellido por temor a represalias y es comerciante establecida de la zona.

“Estamos indignados, necesitamos un liderazgo que realmente nos apoye y no que nos explote”, añadió.

Lo más enoja e indigna a los tlalpenses es que las extorsiones y el cobro de derecho de piso provienen directamente de la alcaldía.

Los comerciantes denuncian que son los funcionarios de la administración de Alfa González, quienes operan delincuencialmente, exigiendo cobros ilegales y creando un ambiente de miedo e incertidumbre.

La falta de control sobre el comercio informal y las prácticas corruptas dentro de la administración de Alfa González, no sólo han creado un ambiente de competencia desleal, sino que también han puesto en riesgo la seguridad de los vecinos, quienes destacan que en caso de emergencia no tienen por dónde escapar debido a la proliferación de vendedores ambulantes en las principales avenidas.

 

INVASIÓN DE FRANELEROS

En julio de 2023, vecinos de Tlalpan documentaron la existencia de 352 franeleros en calles y avenidas de Tlalpan.

En colonias como Toriello Guerra, Tlalpan Centro o La Fama, todas conocidas por sus conglomerados de hospitales públicos y privados, la cuota mínima que exigen los franeleros es de 60 pesos.

En caso de no darles dinero, estos gestores irregulares del espacio público amenazan a los conductores o dañas sus vehículos.

 

APROPIACIÓN ILEGAL DEL DEPORTIVO VIVANCO

El Deportivo Vivanco, el más grande de la Alcaldía Tlalpan fue una donación de un particular para los habitantes de la demarcación.

La administración de Alfa González construyó irregularmente oficinas en un espacio destinado para el entretenimiento y las actividades deportivas de los vecinos, apropiándose de un espacio que no pertenece de la alcaldía.

Además, dio entrada a los famosos “ligueros”, es decir, las personas que controlan las ligas de futbol amateurs, quienes se apropiaron de las canchas públicas, en horarios que van de las 9:00 horas hasta pasada la medianoche.

Un vecino, quien vive a un lado del deportivo aseguró que la persona encargada del deportivo “se lleva en 20 y 40 mil pesos libres a la semana”.

“Si uno como vecino quiere jugar futbol en alguna de las canchas, simplemente no puede. Están cerradas para nosotros, se las adueñaron los ligueros”, advirtió.

Además, las instalaciones del deportivo son rentadas para festivales y fiestas en horario nocturno, en las que se consume alcohol.

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