Los mexicanos permanecen en un albergue temporal en la aldea Ampliación Nueva Reforma de Cuilco, un municipio cerca de la frontera.
Por enfrentamientos entre dos grupos del crimen organizado en la Sierra de Chiapas, en las últimas horas al menos unos 600 habitantes de varias comunidades de los municipios de Amatenango de la Frontera y de Mazapa de Madero huyeron por la violencia hacia el país vecino de Guatemala.
De acuerdo con los pobladores, durante el fin de semana se registraron balaceras en las inmediaciones de las comunidades de Sonora, Escobillal y Nuevo Amatenango, municipio de Amatenango de la Frontera, así como en Chicomuselo a la altura del panteón y en Siltepec a la altura de las localidades de Zacualpan, Piedra Labrada y en la vía hacia el poblado de 20 de Noviembre a la altura del ejido de Jolentón.
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En entrevista para medios locales, Juan Méndez, concejal de la Municipalidad de Cuilco, reveló que los desplazados se encuentran albergados en salones y escuelas de la Aldea Laguna de la Frontera, quienes ingresaron a territorio guatemalteco a pie y en vehículos particulares a través de caminos de extravío, rodeando el río Grijalva tras ser despojados de sus viviendas.
“El movimiento empezó desde el lunes hasta el día de hoy, empezaron pequeños grupos de personas y luego empezamos a ver familias completas emigrando ya para Guatemala, es una situación bien complicada (…) Algunas vienen de Amatenango, de San José y algunas otras poblaciones aledañas a la frontera con Guatemala”, precisó.
Durante una rueda de prensa en su visita a la construcción de un hospital en el departamento de Sololá, el presidente de Guatemala, Bernardo Arévalo, confirmó que los chiapanecos están huyendo de la violencia que generan los grupos del narcotráfico.
“Nosotros desde el primer momento estamos colaborando con las autoridades del departamento de Huehuetenango y con la municipalidad de Cuilco a través del Ministerio de la Defensa para poder coordinar la atención que se le está dando a las personas que están escapando a esta confrontación entre grupos que tienen lugar en el lado de México”, aseveró.
Sin embargo, las organizaciones defensoras de derechos humanos han documentado que la disputa del territorio entre los cárteles de Sinaloa y Jalisco Nueva Generación (CJNG) en la región de la Sierra Fronteriza está avanzando de manera rápida, ya que son decenas de comunidades las que lucen actualmente desoladas.
Tan solo el 16 de enero de este año el poblado de Nueva Morelia fue el epicentro de un enfrentamiento armado entre los dos grupos del crimen organizado, que tuvo una duración de siete horas y que provocó el desplazamiento forzado de al menos 2 mil 300 mujeres, hombres, jóvenes, niñas, niños y ancianos de diversas comunidades ubicadas en la franja de la presa La Angostura que colinda con las regiones Sierra Fronteriza, Frailesca y Los Llanos.
Mientras que el 12 de mayo también del 2024, un total de 11 personas fueron masacradas por un grupo del crimen organizado en el ejido Nueva Morelia municipio de Chicomuselo, quienes eran catequistas de la Diócesis de San Cristóbal de Las Casas y se resistieron a ingresar a las filas del crimen organizado.
Por su parte Elsa Hernández, gobernadora de Huehuetenango en Guatemala, dijo que, para seguridad de los habitantes y de los desplazados, se implementó una estrategia que contempla patrullajes motorizados y a pie de las fuerzas de seguridad.
“La seguridad está controlada y también hay un plan que el señor presidente Arévalo, el Plan del Cinturón de Fuego que lo está implementado la brigada militar para la seguridad ciudadana en coordinación con la PNC, pero en estos momentos estamos viendo un desplazamiento forzoso de población en su mayoría mexicanos”, puntualizó.
Agregó al periódico Prensa Libre que tanto a Cuilco y Chiantla siguen llegando más pobladores de Chiapas, por lo que necesitan apoyo humanitario, como alimentos, medicamentos y ropa, pues apenas y lograron sacar algunas de sus pertenencias, tras la confrontación de los dos grupos armados.
Esta vez la historia se invirtió, pues ahora los 600 pobladores son apoyados por el gobierno guatemalteco, las iglesias evangélicas y los ciudadanos, ante el abandono de las autoridades de Chiapas.
Ante ello, Yeremi, delegada de Gobierno de Guatemala, pidió a sus connacionales acudir a los centros de acopio que se instalaron en varios puntos del departamento de Huehuetenango y con ello, ayudar en la estancia de los desplazados.
“Y es por eso que también hoy estamos compartiéndolo con ustedes y con toda la población que hoy nos ve, que nos escucha, para que puedan aportar a esas personas que lo necesitan. Son familias completas, lamentablemente algunas personas que están enfermas tienen diferentes necesidades, lo que hemos visto hoy es que ropa ya hay suficiente, creo yo, pero necesitamos agua pura, necesitamos sopas instantáneas o algo que se pueda por lo menos alimentar, verdad”, aseveró.
Es importante resaltar que esta descomposición inició el 7 de julio de 2021 con el asesinato de Ramón Gilberto Rivera Beltrán, alias El Junior, quien heredó el control de su padre, Gilberto Rivera Amarillas alias El Tío Gil, también conocido como el Señor de la Frontera Sur, uno de los socios de Joaquín El Chapo Guzmán.
Mientras tanto en Chiapas el reclutamiento forzado de las comunidades continúa, pues este lunes al menos 37 hombres de la comunidad Estrella Roja fueron obligados a participar en el reforzamiento de los bloqueos, al igual que gente de las comunidades Europa y otras localidades más.