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La introducción del pez diablo en la cuenca del río Grijalva fue mediada por el ser humano, explican los investigadores del Instituto de Ciencias Biológicas de la Universidad de Ciencias y Artes de Chiapas (Unicach), Ernesto Velázquez y Manuel Anzueto Calvo. Subrayan que es necesario que se investigue y evalúen los impactos a dos años de sus registros en el Parque Nacional Cañón del Sumidero (PNCS).

Los investigadores recuerdan que el primer registro que se tuvo sobre su presencia en el medio Grijalva y en el Parque Nacional Cañón del Sumidero fue en 2021 por pescadores de Chiapas de Corzo, con registros subsecuentes en el municipio de Usumacinta.

Esto sugiere que “se trata de una invasión reciente del pez diablo al PNCS y a la parte media del río Grijalva y que su población aún es baja”.

“Estamos a tiempo para accionar en el control de este pez que genera mucha contaminación y son considerados como una de las mayores amenazas para la biodiversidad de los ecosistemas de agua dulce en México”, resaltan los investigadores en la revista científica Selva Zoque de Conservación de la Biodiversidad del Usumacinta A.C.

Se trata de una invasión reciente y se especula que su población aún es baja, sin embargo, futuras investigaciones deben centrarse en la evaluación de los impactos en el lugar.

Sobre todo por los reportes nacionales e internacionales, los cuales señalan que estos peces acarrean pérdidas económicas al dañar las redes usadas por los pescadores, una reducción en la producción de especies locales, la flora y fauna, aumentando la mortalidad de aves y generando una alteración de los ecosistemas.

Situación que, expusieron, alarma al tratarse de un Área Natural Protegida que alberga especies importantes en la biología chiapaneca.

Los registros del pez en Chiapas “son del 2003 y provienen del río Grijalva, justo debajo de la presa Peñitas”; desde entonces se han reportado diversas especies en la “zona Norte del estado, en las lagunas de Catazajá y numerosos ríos y lagunas de los municipios de Palenque, Ocosingo y Reforma”.

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