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A sólo nueve días de las elecciones del 2 de junio, el presidente Andrés Manuel López Obrador confió en que “va a seguir la transformación” en México, y recomendó a la futura administración que el Estado controle por completo los recursos naturales como el agua, para no agravar la crisis en ese sector, así como no dar más concesiones a mineras.

Asimismo, impulsar en cada municipio “un plan de desarrollo urbano para que no se den permisos de construcción a diestra y siniestra”. 

“Tengo mucha confianza en el porvenir del país, creo que nos va a ir muy bien, va a seguir la transformación, va a seguir el desarrollo, que no es lo mismo que crecimiento, ya lo hemos dicho varias veces, crecer es obtener más dinero, desarrollo es tener más dinero y distribuirlo mejor, es progreso con justicia. Entonces, eso va a continuar, tengo mucha fe en eso”, aseguró. 

Tras ser cuestionado sobre la pugna del Gobierno de México y la empresa Calica, filial de la estadounidense Vulcan, López Obrador recomendó frenar la explotación de más de dos mil 400 hectáreas en el sureste mexicano para extraer material de construcción. 

El tabasqueño consideró que quien lo suceda en la Presidencia de la República debe asumir el compromiso de cuidar el territorio nacional. 

“Que no se destruya (el territorio), pensar que es el patrimonio de las generaciones futuras, que no podemos nosotros, nuestra generación, destruir el paraíso, que tenemos que pensar en las futuras generaciones y hay medidas que deben de tomarse”, aseveró. 

El titular del Poder Ejecutivo consideró “urgente” atender la crisis del agua y aconsejó que el Estado debe recuperar el control total de la explotación del líquido.

Subrayó que estudios oficiales muestran la falta del líquido en el norte del país y la abundancia en el sureste; con base en un mapa, dijo, se debe permitir el desarrollo de la industria para no agravar la crisis del agua. 

“En el caso del agua es indispensable la intervención del Estado, que se analice bien en dónde se cuenta con agua, la prioridad para el agua doméstica, de uso doméstico, el agua para la gente y luego el agua para los alimentos, pero también para qué alimentos y luego el agua para la industria, los convenios para reciclar el agua y también aprovechar mucho el que 70 por ciento del agua de México se tiene en el sureste y desarrollar más las costas, todo eso demanda de planeación. Ya lo estamos haciendo, lo hemos hecho, creo que se avanzó bastante equilibrando el crecimiento porque en más de 30 años había un desequilibrio, aquí estaba el norte, el centro y el sureste” apuntó. 

Sobre la minería, también sugirió a futuro no entregar más “concesiones para explotación minera a cielo abierto porque es destruir el territorio, es agotar los acuíferos, pero además ya con las concesiones otorgadas es para que puedan desarrollar la minería más de un siglo”, más de 100 millones de hectáreas, “la mitad del territorio (nacional). 

“Sólo en el sexenio de (Felipe) Calderón entregó como 30, 35 millones de hectáreas de concepción. Para tener una idea, el Presidente que más tierra repatrió a los campesinos fue el general (Lázaro) Cárdenas y entregó en su sexenio 18 millones de hectáreas a un millón de familias campesinas. Pero acá entregaron 35 millones de hectáreas, Calderón, pero a las empresas mineras, sobre todo canadienses. Entonces, ¿cuándo se iban a terminar 100 millones de hectáreas concesionadas para la minería? Pues nunca.”, añadió.

Finalmente, expuso la necesidad de que en la brevedad se impulse “un plan de desarrollo urbano para que no se den permisos de construcción a diestra y siniestra y se otorguen permisos de construcción donde no hay servicios, no hay agua, no hay vialidades, donde no hay transporte público”.

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