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En varios países de Latinoamérica se siguen utilizando los sitios de disposición final de residuos, particularmente en la modalidad de relleno sanitario, una alternativa y tecnología viable; desafortunadamente en Chiapas, muchos municipios cuentan todavía con tiraderos a cielo abierto.

De acuerdo a Juan Antonio Araiza Aguilar, investigador de Ingeniería Ambiental de la Universidad de Ciencias y Artes de Chiapas (Unicach), el principal riesgo de los sitios de disposición final no controlados o tiraderos a cielo abierto es que los lixiviados, los residuos líquidos que genera la basura acumulada, pueden llegar a los mantos friáticos y causar una grave contaminación.

Explicó que un relleno sanitario que opera con base en la normatividad mexicana 083-SEMARNAT-2003, exige que para la construcción de esta infraestructura se deba contar con ciertos dispositivos y maquinaria, que evitan que los lixiviados se filtren al suelo.

En los tiradores no controlados, al no funcionar de esta forma, es altamente probable que esos residuos se estén filtrando o escurriendo por la superficie. “Es muy visible en un tiradero a cielo abierto que por la superficie haya agua escurriendo color café, esos son los lixiviados”.

Enfatizó que al moverse los lixiviados por los mantos friáticos o incluso por la superficie, pueden contaminar cuerpos de agua cercanos, lo que representaría a su vez un impacto a los ecosistemas y un riesgo para personas que pudieran hacer uso de esa agua.

En la entidad la mayoría no se han regulado y no operan como un sitio de disposición final controlado o como relleno sanitario, como es el caso de Tuxtla Gutiérrez y algunos otros que lo hacen conforme a la normativa.

La razón es muy sencilla: lo económico, porque un tiradero a cielo abierto no necesita recursos para operar y por lo tanto, no representa un gasto para los Ayuntamientos depositar los residuos en estos sitios.

Considerando el tipo de residuos que normalmente se depositan desde los hogares, como cosméticos, aerosoles, pilas, los lixiviados que se generan en los tiraderos pueden contener todo tipo de metales, lo que aumenta la contaminación.

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