Por: Arturo García Caudillo
Levantar la voz o estar en desacuerdo es un pecado capital en Morena. La diputada Adela Ramos lo vivió en carne propia y por ello, después de varios meses en los que recibió toda clase de presiones de parte de sus compañeros, y de ser discriminada por la dirigencia de su partido, optó por mejor abandonar el barco y conseguirse un salvavidas.
“Yo no me puedo quedar en donde no hay libertad de expresión, donde hoy sólo hay opresión y represión, discriminación, violencia de género, violencia política, ya que han rebasado los límites y siendo congruente a mis convicciones sé que a México se le defiende de pie, no de rodillas”, expresó la profesora chiapaneca.
Por eso hizo un llamado al pueblo de México, para pensar bien las cosas antes de votar por un partido: “El día de hoy estoy aquí para informarles que Morena nos dejó de representar y hoy tenemos que mejorar el camino y buscar verdadero sentido de representación para el pueblo, por quien finalmente luchamos y vivimos, y es quien nos puso aquí, sin que para ello denigremos ningún color, sin únicamente la convicción de ayudar y luchar por la justicia”.
Y agregó: “Morena ya no es apto para cobijar la esperanza de México, como lo reiteré hace unos días, omitiendo a sus fundadores y desplazando a las bases, a quienes también convoquen a unirse a este espacio, porque hay muchos que sí deseamos y trabajamos para un país mejor y hoy con más ímpetu y fortaleza daremos la batalla”.
Reiteró que su prioridad es su gente, su pueblo, sus raíces: “Ha sido mi convicción defender a mi gente, a mi pueblo, a mis raíces indígenas como representante popular, porque obtuve una innegable victoria electoral en mi Distrito 2 de Chiapas, con más del 50 por ciento de la votación total”.
Recordó que fueron sus declaraciones sobre los libros de texto lo que molestó a los morenistas, porque fue la única que rechazó su distribución, pero no sin antes haberlos revisado: “Y la verdad siempre va a incomodar, porque la verdad genera enemigos y la mentira convoca más muchas veces, pero no olvidemos que la verdad siempre va a estar encima y el tiempo la acreditará siempre”.
Finalmente, hizo un llamado a la unidad, “pero esa unidad de bien, no a la complicidad de la corrupción ni a la comparsa de rodillas, sino a la unidad bajo la razón de la democracia y que no permitamos más injusticias, porque México es una república que merece respeto, que ha sido digna porque se ha derramado mucha sangre por luchar por la libertad”.
De esta forma, y luego que el clavadista Rommel Pacheco dejara las filas panistas para enrolarse con Morena, el partido en el poder se mantendrá con 201 diputados y el PAN con 113.