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Hasta 3.6 por ciento de la población en México padece ataques de pánico.

Los ataques de pánico son trastornos de ansiedad caracterizados por la aparición súbita e intensa de miedo y malestar, que son padecidos de manera regular hasta por el 3.6% de la población en México.

Durante la conferencia ¿Qué son los ataques de pánico? la doctora Angélica Juárez Loya, académica de la Facultad de Psicología (FP) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) explicó los síntomas de estos episodios, así como las tendencias que se han registrado en nuestro país.

Explicó que, en el contexto de la pandemia, la ansiedad generalizada en la población mexicana llegó al 32 por ciento, lo que subraya la relevancia de abordar estos trastornos de ansiedad de manera efectiva y comprensiva.

¿Qué son los ataques de pánico?

El trastorno de pánico, que forma parte de las alteraciones de ansiedad, se distingue por la percepción de un peligro inminente, una urgencia mental y una intensidad de malestar que aumenta rápidamente.

Estos ataques suelen ir acompañados de síntomas físicos como taquicardia, sudoración en las manos, malestar en el pecho, sensación de ahogo y pérdida de control.

Para confirmar el diagnóstico de trastorno de pánico, se requiere que una persona experimente crisis recurrentes durante un período aproximado de seis meses, junto con preocupación constante por la posibilidad de que ocurran nuevas crisis y conductas evitativas.

Para que se considere un trastorno de pánico debe tener cuatro o más de los siguientes síntomas:

Sensación de que los latidos del corazón se incrementan de manera importante y súbita, (taquicardia), esto se asocia con la idea de que estoy en peligro, que puedo fallecer por un ataque cardiaco;

Sudoración en las manos y/o sudor frío;

Malestar general en el pecho;

Sensación de ahogo, como una especie de asfixia;

Percepción de desesperación o pérdida de control;

Nausea; y/o,

Mareo.

¿Cómo superar los ataques de pánico?

Juárez aconsejó que, en caso de presenciar a alguien que esté experimentando un ataque de pánico, es importante ayudar a la persona a reducir la cantidad de oxígeno que inhala, lo que puede lograrse mediante una respiración más lenta o incluso respirar dentro de una bolsa de papel para equilibrar los niveles de bióxido de carbono en el cuerpo.

Además, recomendó el uso de una “hoja de autorregistro por ataques de pánico” para mejorar el autocontrol y realizar un seguimiento de la intensidad de cada episodio.

Para prevenir estos ataques, Juárez Loya enfatizó la importancia de moderar las respuestas físicas ante la adversidad, organizar mejor el tiempo de actividades, expresar adecuadamente las emociones, trabajar en la resolución de problemas y emprender una socialización efectiva y cuidadosa.

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