La suplantación de identidad no es un tema novedoso desde el aspecto regulatorio en México, pero sí desde el 2019 en materia fiscal, pues está definido como uno de los tantos delitos que se pueden cometer en términos fiscales y que va en aumento año con año.
Néstor Gabriel López, contador público certificado, comentó que, según el padrón de contribuyentes que existe en en el país, del que alrededor de 50 millones un 60 % son asalariados, estos son el sector más vulnerable para la suplantación de identidad fiscal.
Puede ser una estrategia de ciertas empresas para poder de manera artificial y obviamente ilegal disminuir sus bases de impuestos, diciendo que le están pagando a ciertas personas y en realidad no lo hacen.
Incluso, más allá del tema fiscal, que es un delito administrativo que puede tener causas penales, pueden vincular al trabajador con operaciones con recursos de procedencia ilícita, donde empresas captan dinero y justifican su actividad con una diversificación de depósitos.
Enfatizó que muchos de los trabajadores asalariados carecen de todos los controles, e incluso el conocimiento y herramientas para poder revisar su situación fiscal, sus derechos y obligaciones según el régimen en el que tributan.
Recomendaciones
Especialmente este sector debe estar muy al pendiente de su situación fiscal, porque se han detectado diversos problemas en materia de suplantación de identidad. Es vital tener activadas las claves de acceso para la plataforma del Servicio de Administración Tributaria (SAT).
Si no es así y su información fue vulnerada, o corre el riesgo de serlo, el trabajador puede acudir a dependencias como la Procuraduría para la Defensa del Contribuyente (Prodecon) para pedir orientación y asesoría.
Mencionó que al parecer el formato de la constancia de situación fiscal se va reformar en los próximos meses para que se incluya el estatus del domicilio de las personas, lo que es bueno porque regularmente el domicilio fiscal de los asalariados debería ser del lugar donde trabajan.
Dijo que el problema en sí no es del empleador, sino del trabajador, por ello la importancia de que esté al pendiente de sus datos fiscales.