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Alejandro León Mendoza, director del Parque Nacional “Lagunas de Montebello”, habló sobre el icónico guardaparques Roberto Castellanos Castellanos, tras su reciente fallecimiento. Definiéndolo como un hombre motivador, humano y sensible.

“Él nació, creció, corrió y nadó en Montebello. Y pues ahora con la sorpresa de que también ahora vuela, vuela precisamente por los bosques”, comentó el director.

León Mendoza explicó el seudónimo de Castellanos Castellanos.

“El tucán, porque es un ave muy sociable, que le gusta andar entre parejas o grupos. Don Roberto amaba los temas de conservación y las historias. Le gustaba ser libre y volar”, añadió.

El director recalcó el trabajo de “El Tucán”. Por décadas, don Roberto se dedicó a la conservación de Montebello: primero fue guía, luego laboró en la parte de apoyo técnico y por último, guardaparques, grado en el que se convirtió en maestro.

Cabe señalar que en diversos artículos académicos y notas periodísticas agradecen la participación de Castellanos Castellanos. Por mencionar algunos: Hongos ectomicorrizógenos del Parque Nacional, Diversidad y composición de aves del parque y Benthic macroinvertebrate community diversy.

Roberto Castellanos era experto en sanidad forestal de Lagunas de Montebello; su objetivo era cuidar y ubicar el cuidado del bosque o prevenirlas de plagas.

“Él era un hombre de experiencia, que vivió en el campo a través de los años. Un hombre muy cercado al doctor Jorge Macías, del Colegio de la Frontera Sur”, dijo.

“El Tucán” con el pasar de los años se especializó en la línea de restauración, reforestación y producción de plantas en vivero; todo lo que es ligado a la restauración de los bosques.

El director reconoció el trabajo de Roberto Castellanos y ofreció todo el apoyo de parte del parque nacional a la familia; hasta el momento se está respetando el luto, pero luego se estaría pensando en algún tipo de homenaje.

“Fue un maestro por todo el conocimiento del territorio. Contaba con un amplio conocimiento en el tema de plantas medicinales, de la historia del lugar, siempre describiendo la flora, la fauna, los lagos y la cultura de la gente y sus historias”, describió conmocionado.

Cabe señalar que Roberto Castellanos apoyó desde su trinchera a aquellas familias desplazadas de la República de Guatemala que huyeron a consecuencia de la guerra civil a principios de la década de los ochentas.

Por último, el director analizó lo difícil del trabajo en la conservación de los recursos naturales, ya que se necesita de todos y todas para avanzar. Sin embargo, don Roberto buscaba la manera de hacer sinergia y entregar todo para hacerlo una realidad.

“Él precisamente nos lo demostró, disfrutando cada uno de los detalles que nos permitió ver de los Lagos de Montebello. Apreciar sus bosques, el color de sus aguas, la temperatura, el microclima, todo al final disfrutarlo y al final buscar siempre alternativas de solución. (…) Entonces, Roberto es eso. Roberto va a ser una leyenda. Es una leyenda y será eterno con todos nosotros. Y ahora vuela, vuela libre y vuela muy alto, pero volará siempre en los bosques de Montebello”, finalizó.

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