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Las autoridades turcas aseguran que los miembros detenidos de los servicios secretos israelíes tenían como objetivo a extranjeros residentes en el país.

Tras una serie de exitosas operaciones desarrolladas durante meses, unidades de  contrainteligencia de Turquía habrían logrado detener a siete presuntos agentes encubiertos del servicio de inteligencia israelí, el Mossad, que operaban en el país y habrían estado recopilando información sobre ciudadanos extranjeros residentes en Turquía, informó el canal de noticias turco A Haber.

Según el medio, los detenidos —Ahmet Koray Özgürün, Alperen Erkut, Khalid Alnebhen, Gizvan Amori, Nizar Saaddeddin, Muhammed Murii y Khaled Nijim— admitieron trabajar para el Mossad, mientras se considera que, en total, estarían implicadas alrededor de 56 personas divididas en 9 células

Entre sus supuestas funciones figuraban el seguimiento y la vigilancia, utilizando enrutamiento remoto para obtener información sobre determinados extranjeros residentes en Turquía mediante dispositivos de rastreo, así como herramientas de descifrado de contraseñas y de identificación de dispositivos con Wi-fi.

Según la información obtenida por la Organización Nacional de Inteligencia de Turquía (MIT), se determinó que el Mossad había formado un equipo de operaciones en línea a distancia con base en Tel Aviv, integrado por ciudadanos de diferentes países de Oriente Próximo con conocimientos de contrainteligencia y vigilancia.

Estrategias utilizadas

Según la información proporcionada por el MIT, la red de inteligencia creaba sitios web de noticias falsas en varios idiomas y los infectaba con programas espías que iban dirigidos específicamente a captar la atención de sus objetivos para obtener datos personales, ubicación y direcciones IP.

También se determinó que todos los contactos establecidos desde la base con los miembros encubiertos en Turquía se hicieron a través de cientos de líneas de datos de Internet desechables pertenecientes a personas falsas en España, Inglaterra, Alemania, Suecia, Malasia, Indonesia y Bélgica.

El Mossad habría creado un equipo de inteligencia con capacidad operativa internacional, enviando al Líbano y a Siria espías de origen árabe reclutados en Estambul para recopilar información de inteligencia. Supuestamente, se establecieron oficinas en Malasia, Indonesia y Suecia bajo diferentes líneas de negocio. El MIT descubrió que algunos libaneses y sirios reclutados por el Mossad en Estambul eran enviados a Beirut, para labores de reconocimiento e inteligencia. También se detectaron actividades internacionales, como la obtención de las coordenadas exactas de un edificio donde se encontraba el grupo militar Hezbolá libanés y la identidad de altos cargos militares y políticos pertenecientes al mismo.

Se informa que el Mossad desarrolló métodos muy complejos para evitar ser descubierto por el MIT y que realizó algunas operaciones centradas en Estambul. Se supo que los miembros de la red basados en Alepo llevaron a cabo un reconocimiento de la oficina del director general de una empresa de inversión inmobiliaria siria. Además, se habría llevado a cabo la vigilancia de un periodista de la oposición, de un médico y de un empleado de una oficina de cambio de divisas, los tres de origen egipcio y residentes en Estambul.

Las actividades de formación de los agentes encubiertos se realizaban en cinco etapas diferentes y a distancia. Los agentes eran enviados en secreto a países extranjeros y formados agentes de inteligencia profesionales. El primer paso era Serbia, luego Dubái y, finalmente, Tailandia. Información de RT.

 

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