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Turquía irá a un balotaje en sus elecciones generales después de que el presidente Recep Tayyip Erdogan y el candidato opositor Kemal Kilicdaroglu obtuvieron menos de la mitad de los votos necesarios para vencer en primera vuelta, instancia que se considera un traspié para el mandatario, reelecto siempre en los últimos 20 años sin tener que llegar al segundo turno electoral.


Con 96 por ciento del escrutinio, el conservador Erdogan, de 69 años, obtenía 49.1 por ciento de los sufragios, mientras que su rival, el socialdemócrata y laico Kilicdaroglu, de 74 años, 45.2 por ciento, según la agencia ANKA.


Para asegurarse la victoria en la primera vuelta, los candidatos necesitan al menos 50 por ciento de los votos más uno.


Las cifras aún pueden evolucionar, pero abren la vía a una segunda vuelta el 28 de mayo.


En tanto, la agencia oficial Anadolu daba a Erdogan una mejor posición, aunque insuficiente.


Una segunda vuelta es algo inédito en ese país de 85 millones de habitantes, que celebra este año los cien años de la fundación de su república.


El nacionalista Sinan Ogan quedó en tercer lugar con cerca de 5 por ciento de los votos: más de dos millones y medio de de ciudadanos votaron a su favor.


Las encuestas publicadas antes de la elección preveían una leve ventaja a favor de Kilicdaroglu, pero la mayoría hablaban de una segunda vuelta.


Más de 60.9 millones de ciudadanos turcos fueron llamados a las urnas este domingo para elegir al presidente y a los miembros de la 28 legislatura.


Además, se eligieron a los 600 miembros de la Gran Asamblea Nacional (parlamento), por representación proporcional en 87 distritos electorales.


Disputaron estos escaños 24 partidos políticos y 151 candidatos a diputados independientes. Un partido necesita al menos 7 por ciento de los apoyos para entrar en la asamblea legislativa.


En 2018, en las últimas elecciones presidenciales, Erdogan ganó en primera vuelta con más de 52.5 por ciento de los votos.


Grandes multitudes se reunieron frente a los centros de votación en los que sufragaron Erdogan y Kilicdaroglu.


«Todos hemos extrañado mucho la democracia. Todos extrañamos estar juntos», dijo Kilicdaroglu, del Partido Republicano del Pueblo (CHP), después de votar en una escuela en Ankara, la capital, donde sus seguidores corearon «¡Presidente Kilicdaroglu!».


La oposición, antes de conocerse el escrutinio final, se dio como vencedora. «Estamos a la cabeza», tuiteó Kilicdaroglu.

Destacadas figuras de la oposición afirmaron que el gobierno estaba ralentizando a propósito el recuento en distritos donde Kilicdaroglu gozaba de un fuerte apoyo.


«Están impugnando el recuento que sale de las urnas, en el que llevamos una ventaja masiva», dijo a la prensa el alcalde opositor de Estambul, Ekrem Imamoglu.


Según Imamoglu, quien fue uno de los que pretendía disputar las presidenciales por el CHP, el recuento interno de la oposición muestra que Kilicdaroglu obtuvo 49 por ciento de los votos y Erdogan solo 45 por ciento.


Ninguno de esos dos recuentos evitaba, sin embargo, la posibilidad de una segunda vuelta en dos semanas.


La Alianza Nacional de seis partidos que lidera Kilicdaroglu promete desmantelar la forma de Gobierno presidencialista votada por estrecho margen en un referendo en 2017 y hacer que el país vuelva a tener una forma de Gobierno parlamentaria.


En tanto, antes del cierre de urnas, Erdogan dijo que la votación estaba en marcha «sin ningún problema».

«Tengo la esperanza de que después del conteo de la noche habrá un futuro mejor para nuestro país, nuestra nación y la democracia turca», declaró, citó la agencia de noticias DPA.


Más tarde, cuando el conteo de votos había superado 50 por y mostraban una ventaja a su favor, dijo que la jornada fue un «gran festival de la democracia» llevado a cabo «en paz y tranquilidad», citó la agencia oficial Anadolu.


Las elecciones demuestran la «madurez democrática» de Turquía, señaló en un mensaje en Twitter.


«Al ver que las elecciones se llevaron a cabo en un ambiente democrático tan positivo, y mientras aún se están contando los votos, apresurarse a anunciar los resultados sería una usurpación de la voluntad nacional», dijo.


Además, instó a quienes fiscalizaban el proceso a no abandonar sus lugares hasta que se anuncie oficialmente el fin de los conteos y los resultados.

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